El placer de tu vocación
Ser exitoso, tener un ingreso cuantioso, lograr el reconocimiento, entre otros, son parte de las causales por las que, en muchas ocasiones, elegimos la profesión que tenemos; pero que pasa si todos esos elementos decisivos no vienen acompañados por la vocación y amor a lo que haces.
En las últimas semanas, y como evento reiterativo en nuestro país, hemos sufrido las consecuencias de malos 'profesionales' que, en su falta de amor por lo que hacen, han expuesto no solo al peligro a las personas que se encontraban a su alrededor sino que también nos han hecho retroceder los pasos avanzados en pro de una sociedad más justa para todos. Sin embargo, esto nos llega a cuestionarnos en cuanto a la vocación natural y personal de todos ellos al momento de elegir la profesión que, valgan las redundancias, profesan.
Esta claro que el mercado laboral es complicado para algunos en estos días; las exigencias de los empleadores por contar con personas que no solo ostentes grandes títulos de aprendizaje y capacitación, sino que también muestren un deseo de crecimiento al lado de las empresas a las que postulan han llevado al postulante a una encrucijada complicada de salvar pues, como ya lo hemos dicho antes, muchos eligieron su profesión por motivos radicalmente distintos a la vocación.
Pero entonces, ¿es importante sentir amor por lo que uno hace? Pues sí, importante e indispensable.
Un maestro que no disfruta de la curiosidad de sus alumnos por aprender no podrá pararse con gusto frente a ellos, pues esperará que estos se limiten solo a oír lo que él les dice. Un doctor que no siente placer al atender a un paciente que necesita de sus conocimientos en salud no podrá curar a un enfermo, pues su pensamiento estará en los cuantiosos importes que podría sacar de procurar que la enfermedad se prolongue por más tiempo. Un vendedor que no sea capaz de ver la necesidad de su comprador como propia no podrá ser transparente en la transacción, pues buscará que los beneficios sean personales mas no colectivos en relación de los usuarios que utilicen el producto.
Y podríamos seguir dando más ejemplos sobre profesiones en donde no es tan difícil evidenciar la falta de vocación y amor por lo que se hace. Sirva entonces esta publicación para llamar su atención y preguntarle abiertamente, ¿ama usted lo que hace?