Socialmente solidario
En los últimos años las redes sociales han tomado un rol importante en la vida de todos los ciudadanos, pero cuando las utilizamos para ser solidarios las redes sociales toman un matiz socialmente equivocado.
Muchas veces hemos visto a distintas personas, conocidos o no, hacer alarde de sus buenas acciones en las redes sociales con el único fin de ser reconocidos por ese fin altruista que en los últimos años abunda como por arte de magia; pero, ¿realmente entendemos las obligaciones que tiene esta vena solidaria?
El ser humano, al ser un ser social, diferencia en su interior las acciones buenas de las acciones malas y eso nos lleva a reafirmar la teoría que dice que somos 'seres racionales'; sin embargo, y gracias a las redes sociales, el deseo de llamar la atención se ve maquillado por este deseo de ayuda dándole una tonalidad distinta al fin inicial. Jóvenes que se toman selfies con las personas a las que ayudan o gente grabando a personajes citadinos que se rompen en mil pedazos esperando la conmiseración de la gente han provocado que muchos quieran ayudar pero también quieran gritarlo en redes generando un morbo alrededor de la triste situación de estas personas. Por otro lado, se ha sabido también de muchos casos 'fake' que se burlan de nuestros buenos sentimientos haciendo que pasemos por ser un triste 'rebotador' de noticias mentirosas y sin base creíble.
Entonces, ¿cómo podemos ayudar? Realmente no es tan complicado, acudir a las organizaciones civiles de nuestras comunidades o barrios, los grupos parroquiales o los municipios nos ayudan a congregar esa ayuda en comunidades que ya han sido debidamente censadas y analizadas para verificar que efectivamente necesiten de nuestra ayuda.
Si ayudar es lo tuyo, recuerda que siempre es mejor hacerlo sin alarde de bondad y con un verdadero corazón humilde.