En la búsqueda de una Cultura Corporativa
¿Es mi empresa el reflejo de mi persona? Desde la creación de una ,arca de éxito hasta el diseño de una cultura corporativa, la identidad es un acto reflejo que se repite una y otra vez. Si no tengo una personalidad definida es materialmente imposible tener una cultura corporativa.
Hace unas semanas atrás me invitaron a dictar un curso sobre cultura corporativa para una organización en la que debía de tocar varios temas como la imagen y relaciones públicas entre otras; pero resultó ligeramente complicado desarrollar un material que se acomode a la esta organización que no tiene una cultura corporativa claramente definida. Si bien es cierto en muchas ocasiones creemos que la cultura corporativa es un derecho exclusivo de las grandes empresas, recuerde siempre que para llegar a ser grandes primero tuvieron que ser pequeños.
Dicen que el manejo de nuestro negocio es el reflejo del manejo de nuestra vida y eso es cierto, he ahí el porque es importante primero ordenarnos nosotros mismos para comenzar a ordenar nuestro negocio. Esto nos lleva al proceso de reflexión y empezar a corregir aquellas cosas que no están funcionando bien para poder construir una cultura corporativa que sea realmente impactante para el mercado, porque más pequeño que este sea.
¿Tenemos claro quien es nuestro target? Este es el primer paso al que debemos apuntar como prioridad, mientras no identifiquemos quienes componen ese mercado al que nosotros atendemos nuestros intentos por llegar a ellos serán frustrados. Un primer paso es desarrollar empatía con los compradores, póngase en los zapatos de ellos para saber qué es lo que quieren y qué es lo que buscan contigo, así será más sencillo definir dónde están y qué es lo que hacen.
Para que este target llegue a nosotros hay que saber cómo comunicarnos con ellos, y es aquí donde entra en juego su personalidad. Estar en los lugares donde ellos están con el estilo de comunicación correcta y los códigos adecuados puede marcar una gran diferencia entre la eficiencia y eficacia de mis comunicaciones. No es solo hablarles, es importante interactuar con ellos. Recuerda que las redes sociales hoy te facilitan ese proceso pero, hay que socializar en todos los ambientes.
Si mi personalidad está siendo diseñada de acuerdo a los estándares que el consumidor encuentra como adecuados es el momento de vincular a mi negocio con ellos, hacerlos sentir que para mi es importante su presencia y que sin ellos este negocio no sería igual; por lo tanto establecer una misión para definir este momento es el primer paso para la construcción de una visión clara y concisa donde sea él, mi cliente, quien me acompañe en el proceso de alcanzarla.
No se olvide que parte de esta cultura corporativa también está compuesta por la parte visual, la decoración de su negocio y el trato amable y cordial a esos clientes deben de ser una pieza esencial dentro de su cultura. Nadie entra a un negocio que no se siente agradable. Por otro lado, si ha decidido que esa cultura corporativa tenga un logotipo este debe de llevar al cliente a sentir que realmente ha sido creada pensando en él. No lo confunda, no lo trate como si fuera otro.
Haga suyas frases que inviten al cliente al volver, sea más amigable aún cuando el cliente no lo sea, pero sobre todo... sea usted. Su cultura corporativa es el reflejo de su negocio, haga con ella un espejo de su alma.
