¿Para qué me sirve tener una MARCA?
Es importante que entendamos, en principio, que tener una marca no es cosa fácil; y con ello no estamos pensando en base a los trámites que debo hacer para poder registrarla sino en todo el efecto de crearla. A todo esto le denominaremos “arquitectura de marca”.
Vamos paso por paso. Lo primero que tenemos que hacer para darle forma a esta marca es pensar en un nombre, las recomendaciones del caso siempre son que el nombre que se ponga sea lo más sencillo de recordar y que además no se preste a interpretaciones ligeras; es decir, el nombre de marca que elijamos debe de contener en esencia lo que mi producto es y además no debe de ofender a nadie. Actualmente existe una tendencia de volver a los orígenes, poner nombres simples y en castellano para que no se vincule con un sentido de alienación extranjera; pero para algunos caso si recomendaría poner nombres en idiomas extranjeros pero que no resulten tener una traducción lejana a mi producto.
Y si ya tengo el nombre lo siguiente es pensar como lo voy a presentar, la parte visual. Elegir las formas de las letras, los colores, los tamaños puede demandarnos más tiempo del que esperábamos. Si mi marca cumple con ser sencilla y de fácil recordación debo de trasladarme nuevamente a lo que yo quiero transmitir, las formas deben de atender justamente a eso. Un ejemplo muy sencillo puede ser una marca para productos dirigidos a niños, el niño espera diversión y alegría entonces mis líneas y curvas también lo deben de hacer, los colores deberán ser alegres y vivarachos y por supuesto deberé tener una tipografía o letra de formas móviles (que no sean geométricas o muy lineales).
Acompañar mi marca con mascotas o imágenes que la identifiquen también será una decisión muy dura de hacer. En lo personal nunca lo recomiendo porque estas imágenes adicionales pueden robarle protagonismo a mi marca, pero si finalmente he decidido hacer debo de procurar que esta imagen contenga la misma esencia de mi marca, lo que deseo transmitir.
Registrar la marca no es cosa complicada, lo primero que debo de hacer es acercarme a la entidad responsable del resguardo de las marcas, para el caso peruano los señores de Indecopi, y seguir los pasos que ellos me indiquen para poder registrarla. Por supuesto, esto tiene un costo pero que a lo largo de los 10 años en que está protegida representa una importante inversión.
Por otro lado, si he decidido no registrarla aún también es válido. No existe ninguna ley que me obligue a hacerlo, pero debo de tener en cuenta que mientras más éxito logre con mi marca mayores son los riesgos que corro de que la competencia o alguna empresa mal intencionada se la lleve y haga con ella lo que quiera.
Una vez que cuente con una marca podré tener un medio de identificación ante mi consumidor, lo que me permitirá fijarme mejor en sus recuerdos y obviamente tener una referencia de vinculación justamente con eso que mi producto desea transmitir.
