Cambio de mando
Pensar que nuestra permanencia en el negocio es eterna resulta ser una lógica bastante ilógica. Delegar, heredar y permitir la sucesión en las funciones es una decisión que no debería ser tan difícil de tomar.
Cuántas veces nos hemos preguntado si algún día podremos dejar el negocio en manos de otra persona, muchas, ¿verdad? Dudas, inquietudes, temores, incertidumbre, entre otras situaciones muy normales que vienen acompañando este tipo de decisiones nos amenazan todo el tiempo sin saber, finalmente, cual decisión tomar. Probablemente, al iniciar su emprendimiento, usted asumió el reto de emprender pensando que algún día ese sería el mejor legado que le dejaría a su decencia; sin embargo, llegado el momento, dar un paso al costado para heredar el negocio le resulta muy complicado. No se preocupe, no es usted el primero en pasar por ello ni tampoco será el último.
En varios oportunidades he oído a clientes decir que lamentan que sus hijos no amen el negocio tanto como ellos a pesar de que fue este el medio que les facilitó estudios, casa y todo lo demás. En otras ocasiones veo que, con mucho pesar, ahuyentan a cualquiera que pudiese interesarse en acompañarlos con expresiones como 'para hacer esto tienes que aprender mucho', en vez de invitarlos a aprender a su lado.
Pero, entonces, ¿cómo lograr involucrar a nuestros hijos para que sigan lo que iniciamos con tanto esfuerzo? Simple, inyectémosles la misma pasión que nos hizo tomar el primer paso.
Obvie los comentarios negativos y transfórmelos en momentos de aprendizaje, evite mencionar lo agotador que pudo haber sido el día para comentar como aún después del cansancio espera que llegue la mañana siguiente para ver que nueva aventura le depara el negocio.
Si empezamos a proyectar positividad los que nos oigan se sentirán positivos ante el negocio, pero recuerde por sobre todo que lo más importante es hacer que el negocio se vuelva su pasión y no su carga.
